martes, 20 de octubre de 2015

Boleto sin retorno: Mihara, el volcán de los suicidios amorosos en Japón

En febrero de 1933 una estudiante japonesa de 21 años llamada Kiyoki Matsumoto se enamoró de una joven llamada Masako Tomita. Debido a la reprobación del amor lésbico que había en ese momento en Japón,  la pareja viajó a la isla Izu Oshima, en donde  Kiyoko Matsumoto se arrojó al cráter del Monte Mihara.
La historia de Matsumoto y su nota suicida fueron publicadas en los periódicos y se volvió una sensación mediática, incluso turística. La Compañía de Barcos de Vapor de la Bahía de Tokio abrió una ruta al Monte Mihara llamada “Punto de suicidio”. Algunos turistas iban a isla Izu Oshima para ver gente arrojarse al cráter.
Desde 1920 se habían registrado suicidios en el volcán Mihara, pero éstos incrementaron considerablemente a partir de la muerte de Matsumoto. El mismo año en el que la joven murió, se arrojaron 944 personas al cráter. Dos años más tarde se sumaron 350, y 1386 lo intentaron sin éxito. El suicido en ese entonces era legal en Japón, por lo que las autoridades no hicieron gran cosa por detener la ola.
La ola de suicidios en este volcán terminó una vez que pusieron las medias de seguridad necesarias y se volvio ilegal comprar un boleto de ida sin regreso a la isla Izu Oshima.  
Un caso muy interesante y en el cual se tomaron medidas preventivas.

Suicidio en Japón, la tragedia alcanza nuevas Edades

     Japón recibió la estadísticas nacionales de suicidio aportadas por el Ministerio de Educación que reportó el punto más alto en veinticinco años en suicidio infantil. En el cierre del año fiscal en marzo 2012, se reportaron 200 casos confirmados de suicidio en estudiantes de shogako (escuela primaria) con 4 víctimas, chuugako (escuela secundaria) con 39 víctimas y koko (escuela preparatoria) con 157 víctimas. La principal causa de la decisión de terminar con su vida, trasciende por ser el objeto de ijime (abuso o acoso escolar) por sus propios compañeros.

miércoles, 7 de octubre de 2015

Japoneses sin descanso rechazan vacaciones y acumulan horas extras


¡Vaya, vaya! 

Tras la alta tasa de suicidios y muertes por exceso de trabajo ("Karoshi") el gobierno de Japón quiere que sus trabajadores tomen más vacaciones, sin embargo, ¡los japoneses rechazan las vacaciones!


Trabajadores japoneses 


    Ante la alta tasa de suicidios y muertes por exceso de trabajo, el gobierno de Japón impulsó una reducción en las jornadas laborales, además quiere que los trabajadores tomen más del 70% de sus vacaciones pagadas, frente al 49%, según el proyecto de plan. Sin embargo, los trabajadores aún quieren trabajar.